Tindersticks - Tindersticks (1993)
El disco que toca hoy pertenece a un grupo "extraño", y digo extraño porque es un grupo muy dificil de clasificar, no por el hecho o la necesidad imperiosa de meter cada grupo en un saco, pero por discernir el origen de las raices del grupo. Tindersticks es un sexteto de Nottingham que con esté homónimo álbum debutaban en la escena musical con un aire melancólico que recuerda en lo musical a Nick Cave y en la profundidad de sus letras a Leonard Cohen. El grupo se caracteriza por la creación de atmósferas homogéneas en sus discos, adornadas con violines y piano obteniendo así sonidos llenos de romanticismo y lánguida tristeza aderezados por la grave y emocionante voz de un trovador moderno como es Stuart Staples, líder de la banda.
Tindersticks es otro grupo que debo su descubrimiento a un amigo de mi hermano que me grabó algunos temas de este primer álbum en una cinta a modo de relleno de uno de los discos en solitario de Mark Burgess, cantante de The Chameleons. En un principio quise ver similitudes entre ambas bandas pero en realidad salvo en el tono de muchas de las composiciones, nada más lejos de la realidad. Su sonido compuesto con arreglos orquestales, toques de jazz, soul e incluso flamenco en este primer álbum le dan una especie de aire elitista que sin embargo no tiene nada de pretencioso, fluye de sus instrumentos y envuelve los oidos de personas musicalmente inquietas y ávidas de nuevas experiencias sonoras.
Este álbum homónimo fue el primero de la banda y tuvo una gran aceptación principalmente en el Reino Unido y sobretodo por parte de la crítica especializada, no en vano la prestigiosa revista Melody Maker señaló este disco como álbum del año en 1993. Ya desde el primer tema Nectar se nota que estamos ante un sonido especial en el que los arreglos orquestados son evidentes y destacan. Tyed es aún más interesante ya que resulta ser una canción inquietante en la que de fondo a la melodía van escuchándose ruidos de fondo de instrumentos de viento y percusiones hasta que se terminan fundiendo en una especie de caos sonoro pero perfectamente definido y acompasado. A lo largo del álbum se suceden tres cortes de apenas un minuto de duración titulado Sweet, Sweet Man a modo de puntos de paso. La primera gran canción para mi es Whiskey and Water con una introducción estremecedora en la que se alternan una guitarra eléctrica distorsionada y un violín como si ahogaran los pensamientos y el pasado al igual que si tomaramos la bebida que da título a la canción. Blood nos aporta un poco de calma a nuestros sentidos con una suave melodía que contrasta con el tema tratado, la violencia, y suena como preludio a la segunda gran canción del álbum, City Sickness que derrocha belleza sonora.
Patchwork y Marbles son canciones hipnóticas, la segunda con el sonido de órgano Hammond que me evoca sonidos de R.E.M. de la primera fase post Out of Time. A continuación a modo casi de interludio suena el pequeño corte The Walt Blues para cambiar de tercio e irrumpir con fuerza Milky Teeth. Un nuevo interludio y llega otra de mis favoritas, Jism; canción larga con diferentes subidas y bajadas de intensidad en la que el violín tiene un papel destacado en un diálogo que mantiene el interlocutor con la pareja con problemas con las drogas a la que tiene mucho que reprochar, ésta es una canción muy intensa y emotiva. Piano Song nos da un momento de tregua previo a Tie-Dye en la que el violín inicial tembloroso y rasgado vuelve a insuflar desasosiego. Raindrops es un nuevo canto al desamor y la separación de una pareja. Tras un nuevo interludio suenan los acordes de guitarra española como si estuvieramos en una taberna andaluza para arrancar subitamente y con fuerza Her. Aquí encontramos la conexión de la portada del álbum con el contenido. Tea Stain es otro interludio instrumental para dar paso a la parte final del disco; Drunk Tank es otra canción intensa en la que trata el tema del alcoholismo y los problemas de pareja; Paco de Ranaldo’s Dream un extraño experimento que intercala música y un hombre hablando aparentemente incoherente como si de un sueño se tratara y finalizar con la balada The Not Knowing que nos deja una sensación final de triste felicidad.
La versión en vinilo traía una canción más (Fruitless) que el CD, al contrario de lo que venía ocurriendo habitualmente y es que durante la década de los noventa muchas bandas, fans incombustibles del viejo formato, como treta para intentar resucitar la venta de vinilos añadían bonus tracks en susodichas ediciones.
Un álbum tremendamente atmósférico y homogeneo que resulta dificil que pueda dejar indiferente a aquel que se adentre entre sus surcos.
Tracklist:
1. Nectar – 2:40
2. Tyed – 4:11
3. Sweet, Sweet Man Pt. 1 – 0:41
4. Whiskey and Water – 5:51
5. Blood – 4:52
6. City Sickness – 4:00
7. Patchwork – 4:40
8. Marbles – 4:30
9. The Walt Blues – 1:08
10. Milky Teeth – 2:52
11. Sweet, Sweet Man Pt. 2 – 1:05
12. Jism – 6:03
13. Piano Song – 2:40
14. Tie-Dye – 4:00
15. Raindrops – 6:15
16. Sweet, Sweet Man Pt. 3 – 1:44
17. Her – 3:29
18. Tea Stain – 2:07
19. Drunk Tank – 4:44
20. Paco de Renaldo’s Dream – 4:22
21. The Not Knowing – 4:58
22. Fruitless *
* Bonus track sólo incluida en la edición en vinilo
Enlaces generales:
Tindersticks - Oficial, Tindersticks - Wikipedia, Tindersticks - MySpace
Enlaces del album:
Otros:
Tindersticks - Allmusic review, Tindersticks - Discogs, Tindersticks - Wikipedia (UK)
Nota Allmusic.com: 4,5
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